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HISTORIA DE LA NACION CARAÍBA

Mar Mar 06 2012, 21:37 por Egho

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HISTORIA DE LA NACION CARAÍBA

PROLOGO

En este trabajo encarado con la seriedad que amerita toda historia y conclusiones propias fundamentadas en el análisis de documentación histórica, …


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FALACIAS DE LA HISTORIA (I); YATASTO

Miér Jun 27 2012, 03:43 por Egho


Con este articulo prosigo en este nuevo foro la serie de falacias historicas inciadas en el viejo barco. 
Espero que dentro de los próximos cinco siglos algún inquieto investigador nos "descubra" …


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A 203 AÑOS DE LA REVOLUCION FRUSTADA

Jue Mayo 30 2013, 02:15 por Egho

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Los 25 de Mayo, los criollos –en realidad los habitantes de Buenos Aires -   festejan –yo no, pese a ser criollo-  ese dia como el de la ruptura definitiva con los débiles lazos que nos …


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CORRUPCION SE ESCRIBE CON K

Jue Mayo 30 2013, 01:58 por Egho

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El sábado pasado, muchísimos idiotas útiles, alguno engañados  y unos cuantos mafiosos festejaron los diez años de la “era” “K”  ; 25 DE MAYO DE 2003- 25 DE MAYO DE 2013.-

Un gran …


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FALACIAS DE LA HISTORIA (IV)

Miér Jun 27 2012, 06:22 por Egho

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FALACIA DE LA HISTORIA IV

CARNE DE CAÑON

¿Podremos Llegar a Viejos?                                                                 [SEPA/Diario El Peso] –(Edicion del 18/04/2011)


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WAFFEN SS. PREHISTORIA: SA. LA VIOLENCIA AL SERVICIO DE UNA IDEA. 1921-1923.

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15032011

Mensaje 

WAFFEN SS. PREHISTORIA: SA. LA VIOLENCIA AL SERVICIO DE UNA IDEA. 1921-1923. Empty WAFFEN SS. PREHISTORIA: SA. LA VIOLENCIA AL SERVICIO DE UNA IDEA. 1921-1923.




WAFFEN SS. PREHISTORIA: SA. LA VIOLENCIA AL SERVICIO DE UNA IDEA. 1921-1923.

WAFFEN SS. PREHISTORIA: SA. LA VIOLENCIA AL SERVICIO DE UNA IDEA. 1921-1923. Sa

El derecho no está fuera de nosotros, sino en nosotros mismos; sólo podremos encontrarlo en nuestra propia fuerza.

En todos los tiempos, sólo la fuerza pudo levantar una exigencia de voluntad. Nunca la debiIidad recibió del mundo el derecho de existencia.


A.H. Discurso en el Sportpalast de Berlín. 03/02/1933.


Más de una década median entre la fundación de las Secciones de Asalto (Sturmabteilung) y las palabras pronunciadas por el líder del NSDAP, recogidas en el encabezado. Sin embargo, continúan resumiendo la misma idea que propició la fundación de esta organización: la exaltación de la fuerza física y el uso de la violencia al servicio de un fin.

En realidad, no era original. Ni siquiera la SA era la única organización paramilitar del momento, ya en el campo Völkisch o en el de la izquierda (no solo las milicias comunistas, pensemos, por ejemplo, en la Guardia Erhard Auer, socialdemócrata). El uso de la violencia en la política fue una característica distintiva de la cultura política de Alemania en el período de entre guerras [1], entre otros países.

EL ORIGEN.

El Freikorps, las Asociaciones o cuerpos de voluntarios provisionales (Zeitfreiwillingerkorps), Las Fuerzas de Defensa de los Ciudadanos (Einwohnerwechren), eran un precedente inmediato de la SA. Estas organizaciones paramilitares se nutrían, principalmente, de la ingente masa de soldados y oficiales ex combatientes de la Gran Guerra, que no aceptaban el resultado de la paz y exaltaban el sentimiento ultra nacionalista contra la República de Weimar y el tratado de Versalles.

No eran ajenos a los objetivos en el punto de mira del Freikorps y demás organizaciones völkisch, los movimientos obreros, desde comunistas a socialdemócratas, judíos y el sector conservador y burgués de la derecha alemana.

En el período que media entre 1919 y 1920 existieron más de 250 unidades de Freikorps, con más de 70.000 hombres en total [2], sin contar otras organizaciones del ambiente como la Einwohnerwehr, disuelta en 1921 (la más grande asociación civil ultra nacionalista tras el fin de la guerra), o su pretendida sucesora Bund Bayern und Reich, de carácter tradicionalista, cristiano y monárquico, del doctor Otto Pittinger (lo que se denominaba nacionalismo “Blanquiazul” en referencia a la bandera bávara), la Bund Oberland, heredera del Freikorps Oberland de Epp (este oficial del ejército será uno de los primeros militares afines al movimiento nazi), el Reichsflagge, donde militaba y ejercía la función de dirección para la sección de Munich Ernst Röhm, después de abandonar la de Pittinger (por el giro de Pittinger, hacia sectores más conservadores que nacionalistas) o la Wikingbund del capitán Ehrhardt [3], por citar algunas de las más importantes.

El 3 de agosto de 1921 ven la luz las SA aunque en aquel momento dichas siglas poseían un significado distinto: Schutzabteilung (sección de protección) o también conocida como Saalschutz (guardia de sala). Este atisbo de SA tenía un fin muy concreto, tal y como indican ambas denominaciones; la defensa de líderes en reuniones y sobre todo, mítines públicos. “El mundo marxista, que debe agradecer su existencia al terror más que a cualquier otra situación de la época, atacó a nuestro movimiento con tales medios (grupos armados y uso de la violencia)” [4].

En 1915 se encomendó al comandante Eugen Kaslow que evaluara un equipo militar compuesto de casco de acero, armadura y un cañón ligero. Con ese motivo se formó un pequeño destacamento que fue conocido como Sturmabteilung Kaslow. Esta formación de elite desarrolló nuevas tácticas para la infiltración en trincheras enemigas [5].

Un año después, las Sturmabteilung de Kaslow, ahora al mando del Hauptmann Rohr, estaban compuestas por equipos de tres soldados denominados Stosstruppe (grupos de asalto) cuyo objeto era atacar las trincheras por el flanco [6] con resultados tan satisfactorios que no tardaron en proliferar y formar unidades mayores. No tardaron estas unidades de elite en alimentar el imaginario popular militar.

Hitler aprovechó las experiencias adquiridas durante la guerra mucho después del fin de las hostilidades. Durante los primeros tiempos del movimiento nazi, para ocupar cualquier puesto en el partido, era necesario haber estado en primera línea del frente. Además, la organización y la terminología militar que posteriormente usó el NSDAP surgieron del servicio al ejército de muchos de sus miembros. Los nazis adoptaron pronto términos militares como Stosstrupp, Sturmabteilung o Schutzstaffel.

El 4 de noviembre de 192,1 Hitler convocó una reunión que atrajo a numerosos grupos de socialdemócratas a la Hofbräuhaus de Munich. Debido al traslado de oficinas del partido, solo había para la ocasión unos cincuenta miembros de la SA, frente a una cifra de entre 600 y 800 enemigos (¿?) [7].

El discurso de Hitler provocó la reacción esperada y

Más o menos después de hora y media –había podido hablar durante ese tiempo no obstante las constantes interrupciones- un pequeño error psicológico que cometí al contestar una interrupción, y de lo cual yo mismo me di cuenta apenas hube respondido, dio ocasión a la señal de ataque.
Gritos furiosos y de repente un hombre que salta sobre una silla y exclama: “¡Libertad!” A la señal dada los “campeones” de la libertad comenzaron su obra.
Pocos instantes después dominaba en el local el bramido de una inmensa horda humana
sobre la cual volaban cual descargas de obuses infinidad de vasos de cerveza, y en medio de todo, el crujir de silletazos, vasos que se estrella, chillidos estridentes y silbatina.

El espectáculo era salvaje.

Yo quedé de pie en mi puesto y desde allí pude observar cómo todos mis muchachos
cumplieron su deber admirablemente.
Apenas había principiado la danza entraron mis “hombres de asalto”, como desde entonces les llamé. Cual lobos, en grupos de ocho o diez, caían sucesivamente sobre sus adversarios y poco a poco fueron éstos arrollados y echados del recinto. No habían transcurrido cinco minutos cuando vi que casi todos los míos sangraban y estaban heridos. A cuántos de ellos me fue dado conocerles precisamente entonces. A la cabeza, mi bravo Maurice, además, mi actual secretario privado Hess y muchos otros que, aun gravemente heridos, atacaban siempre de nuevo mientras podían mantenerse en pie. En uno de los rincones, al fondo de la sala, quedaba todavía un considerable bloque de adversarios que oponía tenaz resistencia. Inesperadamente detonaron dos tiros de revólver disparados desde la entrada de la sala, y con esto se inició un tremendo tiroteo. A partir de este momento era imposible precisar de donde venían los disparos, pero una cosa pude establecer claramente: desde aquel instante el ardor combativo de mis muchachos sangrantes había llegado al paroxismo, acabando por arrojar de la sala, vencidos, a los últimos perturbadores.
Pasaron aproximadamente veinticinco minutos. En la sala parecía como si hubiese estallado una granada. Muchos de mis correligionarios heridos, fueron curados de urgencia, otros fueron transportados por la ambulancia, pero a pesar de todo habíamos quedado dueños de la situación.
Hermann Esser, que aquella noche presidía la reunión, declaró: “La asamblea continúa. La palabra la tiene el conferenciante” Y continué hablando.
Ya habíamos clausurado la reunión cuando entró de prisa y muy excitado un oficial de
policía, moviendo nerviosamente los brazos y gritando: “La asamblea queda disuelta”.
Sin querer tuve que reírme, ante semejante alarde auténticamente policíaco.
Realmente, mucho habíamos aprendido aquella noche y nuestros adversarios mismos no olvidaron jamás la lección recibida
. [8]

Había nacido la Sturmabteilung. Esta fecha, además, pasó a engrosar el calendario nazi como el bautismo de sangre de sus escuadras.
La dirección y organización de la SA cayó en las manos de un ex militar y héroe de guerra: H. Goering y un ex teniente de la marina, Hans Ulrich Klintzsch.

EL AUTENTICO PROTAGONISTA, EN LA SOMBRA.

Ernst Röhm (28/11/1887-2/7/1934) había ingresado en el pequeño DAP poco después de Hitler, en el otoño de 1919 [9]. Pertenecía a esa clase de hombres que habían marchado con entusiasmo al frente en 1914: “Ich bin Soldat. Ich betrachte die Welt von meinem soldatischen Standpunkt aus.” (Soy soldado. Considero el mundo desde mi punto de vista de soldado) [10]

Poco después del inicio de las hostilidades, había graves heridas en combate; un trozo de metralla había desfigurado su cara y arrancado parte de su nariz.

Recuperado y de nuevo en el frente, volvió a sufrir profundas heridas en Verdún que acabaron con él en el ministerio de la guerra Bávaro. Aquí pudo adquirir las actitudes organizativas que tan útiles le serían con posterioridad, en el desarrollo y dirección de la SA. También entró en contacto con militares, muchos de los cuales, por intercesión suya, acabarían engrosando las filas del NSDAP.

Röhm era pragmático y más interesado en los temas militares que en la política. Había compartido, como joven oficial, las angustias y privaciones de los soldados. Mantenía reservas contra los miembros del cuartel general militar, contra los políticos “incapaces” y contra los que consideraba que escurrían el bulto, los holgazanes y los especuladores [11].

En 1923, junto con su compañero de guerra, Adolf Heiss, crea la Reichsflagge, que llegó a tener entre 3.000 y 5.000 militantes [12].

Ese mismo año, Röhm, ante la fragmentación de las unidades paramilitares de todo el entorno Völkisch, propone la creación de una Asociación de Ligas Patrióticas de Combate (Arbeitsgemeinschaft Der Vaterländische Kampfverbände). A dicha organización pertenecerán las SA, pero no el NSDAP ni Hitler.

La Reichsflagge se disuelve y Röhm la reorganiza como Reichkriegsflagge, reuniendo bajo su mando casi todos los ex militantes de la anterior Reichsflagge. Una organización paramilitar pequeña pero que permitía a Röhm pertenecer al NSDAP sin subordinarse a las directrices de Göering, aun manteniendo una posición de respeto ante Hitler [13]. Con la Reichsflagge, poco antes de su disolución, en 1923, las SA y el Oberland, fundan el Deuscher Kampfbund. Ultima asociación Volkisch de importancia previa al Putsch de Munich de noviembre de 1923.

Röhm tomará el mando de las SA tras salir de la cárcel en 1924. Y tras su marcha a Sudamérica, en 1930 será llamado por Hitler para dirigir, de nuevo, las SA hasta el fin de sus días.

EL COMPROMISO.

No pasó mucho tiempo desde la fundación de la SA para que a los ex soldados de la Gran Guerra se unieran las nuevas generaciones de jóvenes, engrosando, considerablemente, las filas de la organización nazi que aun no era “parda”. A lo largo de 1922 y bajo la jefatura de Rudolf Hess las SA recibieron tal cantidad de ingresos que pudo ponerse en pie la undécima centuria, compuesta en su casi totalidad por estudiantes [14].

Estas nuevas generaciones, ávidas de emular los combates de la guerra pasaron a ser el núcleo que acapararía, casi, exclusivamente, los cuadros dirigentes del partido a mediados de la década y comienzos de la siguiente.

Muchos de los jóvenes que acababan en las filas de la SA venían de otros partidos, incluso del comunista, atraídos por el extremismo, activismo y violencia del joven partido nacionalista [15].

“Me hice, instintivamente, nacional socialista, cuando vi como los adversarios intentaban torpedear un mitin del partido, aun sin saber las ideas del NSDAP [16]”.

Otro que entró en el movimiento nazi en 1923, vivió una vida de activismo violento casi incesante, sufriendo palizas, puñaladas y detenciones durante la mayor parte de un decenio [17]

Nos juntamos todos a la entrada de la población y nos pusimos brazaletes blancos, y luego empezó a oírse el paso atronador de nuestra columna, de unos 250 hombres, que iniciaba la marcha. Sin armas, sin palos, pero con los puños cerrados, desfilamos en perfecto orden y con una férrea disciplina entre los gritos y los insultos de la multitud que había en el local del mitin. Ellos empuñaban palos y tablas de vallas. Eran las diez de la noche. Con unas cuantas maniobras en el centro de la calle, empujamos a la multitud contra las paredes para despejar el camino. Justo en ese momento, pasó un carpintero en una camioneta que llevaba un ataúd negro. Cuando pasaba, uno de nosotros dijo: “Bueno, a ver a quién podemos meter ahí dentro”. Los gritos, chillidos, silbidos y aullidos eran cada vez más fuertes.

Las dos filas de nuestra columna se mantenían inmóviles, cargadas de energía. Una señal y seguimos avanzando hacia el local, donde unos cuantos cientos de saboteadores estaban intentado hacer callar a nuestro orador. Llegamos justo a tiempo, marcando el paso y nos fuimos situando en las paredes hasta que los tuvimos rodeados, dejando sólo la abertura en al entrada. Suena un silbato. Fuimos cerrando el círculo. Al cabo de diez minutos [...] les habíamos echado a la calle. El mitin continúa mientras fuera se desata el infierno. Luego escoltamos al orador hasta la salida, abriéndonos paso una vez más a través de una multitud arremolinada en formación cerrada [18].

El tinte revolucionario y carente de respeto por las conservadoras formas de hacer política de la burguesía era, además, un elemento muy atractivo, como ya hemos visto, para todo tipo de sujetos aventureros, más que seducidos por una idea política concreta [19] .

No obstante, si bien la SA representa, perfectamente, la violencia al servicio de una idea, sus funciones fueron varias e importantes en el crecimiento del NSDAP, como fuerza política y encumbramiento de Hitler como Führer del movimiento.

Eran muy pocos los que entraban a formar parte del compromiso por la lectura de obras políticas o ideológicas. Lo que contaba era lo que se transmitía de viva voz y lo que se veía en las calles. En este sentido, las SA significaban un atractivo centro de atención y recibimiento a sus nuevos militantes, más aún por las funciones que realizaba:

a) La SA, como su nombre indica, ejerce una función de protección de los líderes del NSDAP y además, como cuerpo de ataque, acosa al resto de organizaciones y partidos políticos adversarios, en sus manifestaciones públicas oficiales y en las calles, mediante enfrentamientos con las facciones paramilitares de dichas organizaciones contrarias al nacional socialismo.

b) Existe un antes y un después en la SA. Antes del golpe fallido de 1923 el NSDAP, como la mayoría de las fuerzas más radicales Völkisch, mantenían la esperanza de derribar la república mediante un golpe de fuerza. La vía legal no era una opción. La SA se configuraba, de esta manera, como el cuerpo armado y preparado para el combate. Göering dirigía, mientras que Röhm hacía acopio de armas y potenciaba las relaciones con el ejército ante un eventual golpe de estado.


Tras el frustrado pustch de la cervecería y el paso por la cárcel de los principales líderes del partido nazi y la SA, así como la permanente amenaza de deportación a Austria de Hitler, el NSDAP varía su táctica para alcanzar sus objetivos a partir del respeto de la legalidad y aceptando las reglas del juego democrático.

Ahora, la SA, poco a poco, empezará a suponer un escollo que acabará con la purga de 1934. La violencia desatada por la SA, cuando más cerca está del poder el NSDAP, supone un serio problema para un partido que busca el apoyo de la mayor parte de la población.

c) Las SA son representantes del poder Völkisch. Esa idea de fuerza atraerá a las masas de la clase media, asustadas ante el peligro rojo alemán y aun más, soviético. Esa misma sensación de fuerza supondrá un respiro para el sector conservador que también teme un giro a la izquierda radical o que, simplemente, tampoco acepta la república en pro de un régimen autoritario. Ingenuamente, albergan la esperanza de usar esa fuerza de la SA y el NSDAP para sus propios fines, relegando a un segundo plano a Hitler, sus objetivos y capacidad de acción.

d) Importante es la labor propagandística de la SA en el sentido tradicional del término: repartiendo panfletos, pegando carteles, desfilando, saboteando, recaudando fondos vía participación voluntaria de los ciudadanos, etc. Labor, aun más vital, en los primeros tiempos, tras el golpe fallido de Munich, cuando, tanto a nivel económico, como político, el NSDAP estuvo en no pocas ocasiones cerca de la marginalidad y desaparición.

e) El carácter militar de la organización, si bien alejada, a nivel político y organizativo, de las consignas estrictas del partido, suponen un caldo de cultivo ideal donde fomentar el mito del caudillo único y guía de la nueva Alemania. Sentimiento potenciado cuanto más tardía es la afiliación a la SA. Los nuevos militantes están más alejados de Hitler y cercanos al Führer. Muchos jamás dirigirán una palabra o simplemente, verán en persona, a Hitler, sin embargo, el respeto a su autoridad será total y absoluto.

La acción, la camaradería, el sentimiento de pertenencia a un grupo, el fomento de la antítesis contra el enemigo, la exaltación de pertenecer a la visión de un guía, la esperanza de salvar a Alemania, la posibilidad de liberarse de la amenaza externa y vengarse de la derrota militar son, en definitiva, las labores que potenció la SA.

Entre los militantes de base de la década de los años 20, el aspecto más importante de la ideología nazi era su insistencia en la solidaridad social, seguida, a cierta distancia por el nacionalismo extremo y el culto a Hitler. El antisemitismo era significativo solo para una minoría. [20]

Escuché hablar en persona a Adolf Hitler. Después de esto, sólo había para mi una cosa, o triunfar con Adolf Hitler o morir con él. [21]


[1] I. Kershaw, p. 247.
[2] R. Lumsden, p. 18.
[3] J. Gordon, p. 88-92.
[4] En una declaración al fiscal del Estado de 16/05/1923, citado por J. Fest.
[5] R. Lumsden, p. 14.
[6] Ibid.
[7] A. Hitler, p. 137 y ss.
[8] Ibid.
[9] I. Kershaw, p. 251.
[10] E. Röhm, p. 9. (E. Röhm, Die Gestchichte eines Hochverräter, 1928) En F. Gallego, Todos los hombres…
[11] I. Kershaw, p. 251.
[12] F. Gallego, p. 141, Todos los hombres…
[13] Ibid, p. 143.
[14] J. Fest, p. 212.
[15] J. Evans, p. 257.
[16] P. Merkl, p. 440 ().
[17] J. Evans, p. 258.
[18] P. Merkl, p. 544.
[19] F. Gallego, p. 142, Todos los hombres…
[20] J. Evans, 255.
[21] P. Merkl, p. 539.

BIBLIOGRAFIA.

R.J. Evans, La llegada del Tercer Reich, Ed. Península, 2005.
Joachim Fest, Hitler, Planeta, 2005.
Robin Lumsden, Historia secreta de las SS, La esfera de los libros, 1997.
Ian Kershaw, Hitler, Quinteto, 1998.
Ferran Gallego, De Munich a Auschwitz, DeBolsillo, 2001.
Ferran Gallego, Todos los hombres del Fürher, Debate, 2006.
H.J.Gordon, Hitler and the Beer Hall Putsch, Princeton, 1972
P. H. Merkl, Political violence under the Swastika, Princeton, 1975
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