Los usipios ("usipeti") eran un pueblo germánico que habitaba un territorio situado en torno al cauce medio del Rin, entre Colonia y el río Lippe. No se trataba por lo tanto de gentes acostumbradas al mar o a la navegación oceánica. Sin embargo, fueron miembros de este pueblo quienes llevaron a cabo la primera circunnavegación del norte de la isla de Gran Bretaña de la que tenemos constancia histórica.

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Los hechos los relata, entre otros, (1) Tácito en su obra Agrícola:

[28] Eadem aestate cohors Usiporum per Germanias conscripta et in Britanniam transmissa magnum ac memorabile facinus ausa est. Occiso centurione ac militibus, qui ad tradendam disciplinam inmixti manipulis exemplum et rectores habebantur, tris liburnicas adactis per vim gubernatoribus ascendere; et uno remig(r)ante, suspectis duobus eoque interfectis, nondum vulgato rumore ut miraculum praevehebantur. Mox ad aquam atque utilia raptum [ubi adpul]issent, cum plerisque Britannorum sua defensantium proelio congressi ac saepe victores, aliquando pulsi, eo ad extremum inopiae venere, ut infirmissimos suorum, mox sorte ductos vescerentur. Atque ita circumvecti Britanniam, amissis per inscitiam regendi navibus, pro praedonibus habiti, primum a Suebis, mox a Frisiis intercepti sunt. Ac fuere quos per commercia venumdatos et in nostram usque ripam mutatione ementium adductos indicium tanti casus inlustravit.

Al parecer, en 83 d.C. una cohorte de infantería auxiliar usipia (2) acantonada en la costa occidental de Britania (3) se rebeló y, tras asesinar a su centurión y al resto de oficiales romanos encargados de su instrucción militar, se hicieron con el control de tres galeras de la flota, llevándose con ellos a sus tres pilotos (aunque poco después matarían también a dos de ellos tras la huida del tercero). Este acto de piratería debió de tomar al resto de la flota romana por sorpresa, ya que los usipios consiguieron hacerse a la mar a bordo de sus liburnas (4) antes de que se diera la voz de alarma.

Rumbo norte, siguieron la costa hasta doblar Dunned Head, el punto más septentrional de la isla (5) para continuar hacia el sur a lo largo de la costa oriental con el objetivo de cruzar el Mar del Norte (el Mare Germanicum) y regresar a sus hogares. A lo largo de su viaje los usipios saquearon diversas poblaciones britanas, pero la decidida hostilidad que encontraron en todos sus desembarcos motivó que – aunque a menudo resultaran victoriosos en sus incursiones - su número fuera disminuyendo gradualmente hasta el punto de que llegó a hacérseles poco menos que imposible la consecución de alimentos. Tras sufrir terribles privaciones por el hambre, que incluyeron incluso episodios de canibalismo, acabaron naufragando al norte de Germania “debido a sus pobres habilidades náuticas”.(6)

Una vez en tierra, los supervivientes fueron apresados por los frisios, de quienes recibieron el tratamiento habitualmente reservado a los piratas, siendo unos pasados a cuchillo y otros vendidos como esclavos. Algunos de estos esclavos, objeto de diversas compraventas, acabarían con el tiempo retornando a territorio romano, donde su historia se hizo pública.

Para finalizar, un detalle curioso: se trata del primer ejemplo del que existe constancia histórica de un pueblo germánico que cruza el Mar del Norte… ¡E irónicamente la navegación tiene lugar de oeste a este!