DIEZ NOVELAS HISTÓRICAS, MÁS UNA RAREZA, ADEMÁS DE UN CLÁSICO Y CON LA INCLUSIÓN DE UNA NOVELA PREHISTÓRICA.


Este verano, solazándome debajo de un granado y ajeno al mundanal ruido, mi mente, que generalmente se dedica al prosaico, aunque emocionante, trabajo de sobrevivir a lo largo del año con un nivel de cordura aceptable, tuvo una idea (probablemente alentada por una generosa dosis del inefable tinto de verano, que, aunque no es la hidromiel de las musas, era lo que había más a mano). La idea, de ninguna utilidad como suelen ser las mías, consistía en plasmar por escrito, en esta nuestra página, cuales eran mis novelas históricas preferidas (en este momento, claro, lo que lo hace variable pues soy veleidoso a más no poder) y por qué lo eran. Lógicamente, el por qué es muy subjetivo y no tiene que ser compartido por nadie.

La idea surgió de la tristeza que me produce ver tal cantidad de novelas históricas desparramadas por las mesas de las librerías, la mayoría de ellas sin el menor interés. Un género tan querido por mi es asaltado por oportunistas que, al socaire de las ventas (por otra parte, inexplicables para quien esto escribe) de mi paisano Corral, o por espabilados que, mezclando un poco de misterios bíblicos (que si el concuñado del vecino de San José era del Barça, o si Noé era bizco, o si María Magdalena era, en realidad, la transmutación de Isabel Pantoja). A ello hemos de añadir mi bien conocida vanidad (esa virtud tan poco valorada), halagada por el agradecimiento de quien descubrió “Puertas de Fuego” por recomendación de un servidor (yo, no Mundo Foro).

Aquí va, pues, lo que promete tan extenso título.

1.- EL SARRACENO de Robert Shea. Por su cuidada ambientación, su visión de la historia medieval desde otra perspectiva y con varios puntos de vista, por sus personajes inolvidables, su ritmo y, no menos importante, por ser una novela de historia medieval sin cátaros ni templarios. Maravillosa novela de aventuras que deja en evidencia otras más modernas que mi discreción evitará mencionar. Una pega: es inencontrable. (Por cierto, ¿alguien sabe quien es el tal Shea?)

2.-EL SEÑOR DE LA GUERRA de Bernard Cornwell. Pero, ¿de verdad hay que explicar por qué? En fin. Absoluta maravilla, la mejor novela que yo haya leído sobre la Antigüedad Tardía. Impecable ambientación histórica (una vez elegido el siglo V que se va a contar), realistas batallas (y sangrientas ¡slurps!), con personajes muy bien trazados, algunos de ellos memorables. Y tiene sus puntazos: hacer de Arturo un mitraista y a Ginebra una seguidora de Isis, tiene su miga. Y el papel de Lanzarote y el cristianismo también tiene su aquél. En una palabra: imprescindible. Son tres tomos baraticos (en la ed. Quinteto).

3.- LA MUERTE DE ATILA de Ceccelia Holland. Este libro, prácticamente caído en el olvido (cuando no desconocido) narra con inusitada verosimilitud y emoción la amistad de un gépido y un huno en los años inmediatamente anteriores y posteriores a la muerte de Atila. Estupenda ambientación, original tratamiento y una trama de lo más interesante. Y Atila mola.

4.- ALAMUT de Vladimir Bartol. Aunque desde el punto de vista estrictamente histórico no sea muy exacta, esta novela, aparte de estar maravillosamente escrita, es una magnífica metáfora sobre el absolutismo, algo que el autor sufrió en sus propias carnes. Muestra descarnadamente como la ideología o la religión son usadas por cínicos que no creen en nada para sostener su poder absoluto, abusando de la ignorancia y el miedo. De rabiosa actualidad. y, sí, el Viejo de la Montaña y la secta de los Asesinos me recuerdan a alguien.

5.- SAMARCANDA de Amin Maalouf. Porque es de Maalouf y eso debería de bastar. Pero, además, su trama gira sobre el poeta Omar Khayam y lo hace con una sabiduría y una sensibilidad tan grande como emocionante (suspiros). El complemento ideal a Alamut.

6.- EL PUENTE DE ALCÁNTARA de Frank Baer. Impresionante reconstrucción de la España (se me ha escapado) del siglo XI a través de tres personajes (un soldado cristiano, un poeta musulmán y un médico judío) muy bien perfilados. Detallada, emocionante y creíble. Para mi, una de las mejores , sino la mejor, de las novelas históricas escritas sobre España (con perdón).

7.- LA ODISEA DE LOS DIEZ MIL de Michael Curtis Ford. Además de divertidísima (atentos/as a la historia del gallo espartano), trepidante novela que narra las aventuras y desventuras de Jenofonte y su panda por las aviesas tierras persas. Te pasas la novela en un sin vivir. Más aventuras de las buenas: esto sí es una persecución y no esas que últimamente se estilan.

8.- PUERTAS DE FUEGO de Steven Preisfeld (creo que me falta una s o una f). Rara vez me había emocionado tanto una novela histórica, tan bien escrita está, tan cuidada su ambientación y los personajes. Logras entender a la perfección lo que pasó en las Termópilas y el por qué del comportamiento de los espartanos. Y sin las tontads que últimamente se ven por ahí.

9.- UN SABOR A ALMENDRAS AMARGAS de Sela Haasse. La famosa escritora holandesa, autora de “El bosque de la larga espera”, nos ofrece una muy breve novela donde logra meterse de lleno en el enrevesado y cruel mundo de la corte imperial tardorromana de Ravena (la del blandito Honorio), ofreciendo una memorable lección de sabiduría literaria en tan pocas páginas. Y sale Claudiano, oiga.

10.- JUEGOS FUNERARIOS de Marguerite Yourcenar. Espléndida recreación del mundo helenístico tras la muerte de Alejandro, lleno de intrigas, asesinatos y personajes memorables. Qué tropa. Y tan bien escrito como siempre. Otra de las imprescindible.


La rareza: TROYA de Gisbert Haerfs. Aunque he declarado en varas ocasiones (siempre que puedo, para qué mentir, que Aníbal me parece un pestiño), esta novela me hace gracia, qué le vamos a hacer. Original, desde luego es. Joer, me parece oír como se afilan unas osunas garras.

El clásico: EL CONDE BELISARIO. Había mucho para elegir, pero yo me quedo con el bueno de Belisario. Lo mejor de Graves, que suele se aburridillo (lo de los argonautas es insufrible: me quemarán por hereje, pero había que decirlo de una vez).

La novela prehistórica (género que no me va nada de nada) es STONEHENGE de Bernard Cornwell. La empecé sólo por ser de quien era y no me equivoqué. Se lee de un tirón, es emocionante, te tiene en vilo, vamos, una gozada de novela. La ambientación, como siempre, perfecta.

Obviamente, faltan muchas y me ha costado elegir. Fuera han quedado algunas que me gustan mucho: varias d e la serie de McCollough sobre la República romana, el Gengis Khan de Pamlela Sargent, El muchacho persa de Yourcenar (por cierto, no está Memorias de Adriano porque no me parece una novela histórica), Yo, Zenobia, reina de Palmira, de Bernard Simon (¡una novela antirromana! ¡y me encanta!), El Conde Bohemundo de A. Duggan, Hombres del mar de Knut Hansen, el ciclo sobre Alfredo el Grande de Cornwell, las novelas de Saylor sobre la Roma republicana, el César Imperial de Warner, La taza de oro de Steinbeck (¡qué bien escribe este señor, por Dios!), El sol de Breda de Reverte (sí, me gusta ¿algún problema?), etc, etc.

Espero que os animéis y completéis esta lista. Hasta la podéis criticar y todo.

Saludos