Grecia: elecciones y clientes.

Acaban de celebrarse elecciones en Grecia. Las fuerzas "tradicionales" de derecha e izquierda (lo que en España llamamos el P.P.S.O.E), no suman ni un tercio de los votos. La izquierda "radical" ha conseguido 52 escaños. Y una formación como Hryse Avge ("Amanecer Dorado") de extrema derecha, ha pasado de menos del 1% de votos, a conseguir 21 diputados.

Me da que hoy en la prensa van a abundar los análisis sobre la victoria de Holland en Francia. Aunque también los habrá sobre Grecia, quedarán en un segundo plano...
Ayer por la noche, entrando en ediciones digitales de diarios españoles, las secciones de comentarios no tenían desperdicio: haciendo gala de la ignorancia supina que les suele caracterizar, los palmeros del neoliberalismo ponían a Grecia como ejemplo de Estado atrofiado. De cómo un Estado que tenga un sector público demasiado grande y una prestación de servicios demasiado elevada acaba reventando.

Como hoy la gente seguirá mirando a Francia y sólo después, si se acuerdan, a Grecia, me gustaría hacer aquí algunas reflexiones sobre lo que ha pasado en la República Helena. Parto de una base fundamental: por mucho que vayamos de occidentales, los que mandan, y los sitios donde se toman las decisiones, nos tienen metidos en el saco de los PIGS. Estamos maś cerca de Francia, sólo geográficamente.

Primera cuestión: ¿cuántos años la derecha griega ha estado vinculada al apellido Karamanlis? ¿cuántos años el socialismo griego ha estado vinculado al apellido Papandreu?
En Grecia se han creado auténticas dinastías políticas, de padre a hijo (de consorte a consorte está más extendido, y España no se libra tampoco de dicho modelo)

El problema de Grecia no es la estructura estatal ni sus servicios. El problema es el enfoque que históricamente el bipartidismo "de facto" griego le ha dado a dicha estructura y a dichos servicios. Ha servido, básicamente, para perpetuar auténticas relaciones de clientelismo político. Clientelismo que ha servido no ya para mantener a un partido... sino directamente a una persona (incluyendo a veces a su familia)
Y eso es lo preocupante, porque es en ese modelo donde España puede verse reflejada. Y con mucha facilidad.



Existe un peligro en los Estados modernos: que la burocracia quede degradada a agente feudal. Lo que deberían ser prestaciones de servicios se convierten en favores; lo que debería ser un procedimiento administrativo se convierte en un chanchullo; lo que debería ser un derecho reconocido se convierte en privilegio por la gracia de X.

Y ahí es dónde ha fracasado Grecia. La generalización de la informalidad. La sociedad helena accedió tarde a una estructura estatal propia (primera mitad del siglo XIX) Durante los siglos precedentes, fue una sociedad preindustrial, disuelta en un ente político (el imperio otomano) potencialmente hostil, y que tenía una lengua, una cultura y una religión diferentes a la de los griegos.
Su vertebración social se tuvo que producir, así, de manera informal. El "rus feti" (intercambio de favores) y la "mesa" (contactos, o si lo preferís, enchufes) se convirtieron en el principal medio de estructuración, de garantizar una pirámide social estable, de encontrar un mecanismo de promoción social...

Y la llegada del Estado griego y su consolidación con el paso de las décadas, no hizo sino consagrar esos medios informales a nivel administrativo, incardinándolos dentro del mecanismo del Estado. La Administración, convertida en una dispensadora de favores a cambio del voto. El clientelismo más puro y duro como manera de hacer política. Consagrando a dos partidos. A dos apellidos. A dos familias.

Es decir, no es la idea del Estado poderoso y dotado de prestaciones el que se tambalea. Lo están haciendo tambalear concepciones patrimonialistas del mismo. Y aquí es donde llega lo importante: ¿estamos seguros de que en España no está sucediendo lo mismo?
¿Estamos seguros de que los gurús del neoliberalismo no están haciendo lo mismo, para garantizar sus privilegios a costa de los derechos de todos los demás?

¿Cuántas comunidades autónomas, ayuntamientos o diputaciones provinciales han estado (o todavía están) durante décadas en manos de las mismas personas? Insisto: ya no hablo del partido, sino del individuo. De hecho, no es extraño que esa persona abandone el partido en el que ha medrado, practicando el transfuguismo o fundando una formación "independiente", y se mantenga en el poder, derrotando a sus sucesores en el partido que ha abandonado.

Andalucía o Galicia; PSOE o PP; ayuntamiento o Xunta; fondos de la Junta de Andalucía o de la Unión Europea; peonadas falsas para cobrar el subsidio, o subvenciones a una empresa pesquera que ha presentado una solicitud llena de irregularidades e incluso fuera de plazo...
... todo aceptado. Faltaría más.

Y ahí es donde entra el factor corruptor del Estado y de sus servicios. Cuando los responsables máximos echan mano de la maquinaria administrativa y de sus prestaciones, para saltarse el orden legal a la torera y crear sus redes clientelares.
Cuando se le concede irregularmente a una persona física o jurídica una prestación por parte de la Administración, se establece una relación de favor entre el beneficiado y el prestador. Pero ese "prestador" no es en última instancia el que concede el dinero o servicio, sino la persona que se ha encargado de que la petición fuera oída.

Nuestro problema como sociedad no es que aspiremos a un Estado protector, como braman los neoliberales. El problema es la indiferencia: una sociedad de ciudadanos, funcionarios y políticos a la que le da lo mismo 4 que 40; donde la gente brama por el mal funcionamiento de la burocracia, pero cuando lo suyo se soluciona, aquí paz y después gloria, y el que venga detrás que solucione sus problemas. Una sociedad que busca padrinos, porque hace mucho tiempo que ha asumido que su condición de ciudadano, por sí misma, no le garantiza nada.
Miro a mi alrededor, y veo muchos Papandreu y Karamanlis. De apellido hispánico, eso sí.

Una sociedad responsable, en todas sus capas sociales, es la que tiene en sus manos que el Estado previsor pueda funcionar según el modelo sueco o el griego. Y en España llevamos muchos, muchísimos años más cerca del segundo que del primero.

Y no perdamos de vista una cosa: quienes salen por la tele son los príncipes Salina de turno, pero la corrupción clientelar empieza por los don Calogero de cada pueblo.
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Deben de ser las reminiscencias de la devotio.

(Vaya columna más maja te ha salido Brigantinus)

Hannon escribió: (Vaya columna más maja te ha salido Brigantinus)

¡Crepo!

Fijaos en una cosa:

PIGS

si sustituimos en la 'I' a Irlanda por Italia (que también está sufriendo lo suyo) nos encontramos que todos serían paises latinos del sur mediterráneo. Leí en una ocasión que podría haber un transfondo religioso, catolicismo versus protestantismo, y enlazando con lo que dice Brig, como que la corrupción no es precisamente un pecado capital en estos paises PIGS

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Aunque también los habrá sobre Grecia, quedarán en un segundo plano...

Salud

P.S.; Creo Briga que este articulo amerita ir a ACTUALIDAD.
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