GÖRING.
DAVID IRVING. 1989.
ALTAYA (2008).


Herman Göring fue el sucesor de Hitler, formalmente y el segundo hombre más poderoso de la Alemania Nacional Socialista. Sin embargo, los trabajos sobre su persona son escasos y en castellano, aun menos; a parte del capítulo dedicado a este personaje, por parte de Ferrán Gallego, en su obra “Todos los hombres del Fürher”, no existen más que referencias secundarias en el resto de literatura sobre el nazismo.

Inevitable la suspicacia, pues el autor no es otro que el polémico David Irving. Un reconocido negacionista con la entrada prohibida en varios países europeos, procesado y encarcelado en Austria desde 2005 por dicha labor (1).

Sin embargo, decidí adquirirlo animado por las palabras de Gordon A. Craig: “ Sabe (Irving) más del Nacional Socialismo que la mayoría de los profesionales de su área y los estudiosos deben más de lo que están dispuestos a admitir a su energía como investigador y a la amplitud y el vigor de sus publicaciones […]. Así pues, las personas como David Irving desempeñan una función indispensable en la empresa histórica y no nos atrevemos a desdeñar sus opiniones”(2). Autores de la talla de Fest o A. Lozano, no dudan en citarlo.

Una primera mirada al libro pone en evidencia la profusa documentación consultada e incluida, en cursiva, a lo largo de todo el texto. Desde los Diarios de Göring y la ingente masa epistolar al respecto, hasta las transcripciones taquigráficas de las conferencias celebradas en el Ministerio del Aire o documentación adicional secundaria de archivos públicos tan distantes como Londres, Canadá o Washington. Ello aderezado de una profusa bibliografía, como todo buen libro de estas características debe de mostrar.

En cualquier caso, si tuviera que destacar un punto fuerte de la obra que nos ocupa, sin duda, sería la citada recopilación de textos originales que, personalmente, me apasiona leer (tal vez por eso, la reciente compilación de Helmut Heiber, bajo el título de “Hitler y sus generales” me viniera como agua de mayo y sea de los libros que más a mano tengo en todo momento).

Creo que nadie dudará de la imagen típica de Göring: un asesino criminal megalómano, egoísta, vanidoso, obeso y degenerado ladrón de arte a la par que cazador furibundo.

Irving no solo no niega esta imagen que se adapta a la realidad por él puesta de manifiesto en su biografía, sino que no oculta la pluma a la hora de caracterizar en este sentido a Göring u otros gerifaltes nazis, como Goebbes, tal y como haría cualquier otro historiador, más políticamente correcto, – Kershaw u Obery, respecto de Hitler, por ejemplo-.

Irving no oculta u omite los deleznables y bárbaros actos que se produjeron durante los años del III Reich, sin olvidar citar hechos tan nauseabundos como las pruebas físicas a baja/alta presión y/o temperaturas con condenados a muerte, que Himmler entregaba, gustosamente, a los científicos de la Luftwafen, o el antisemitismo y destino de los judíos.
El autor nos muestra a un ser obsesivo. Repelente, condenado por su egoísmo y ambición a dar rienda suelta a sus placeres a costa del pueblo alemán. Un orgulloso asesino que hizo palidecer al propio Hitler por su crueldad durante “la noche de los cuchillos largos”. Fundador de la Gestapo y los campos de concentración. Delincuente ladrón empedernido de obras de Arte. Caprichoso aficionado a vestirse “a lo Neron” y maquillarse su grasiento cuerpo o acicalarse uñas de los más variopintos colores o perderse en los bosques a la caza, cuando más sufría Alemania. Un despiadado jefe de la fuerza aérea y espía de sus propios camaradas, adicto a la morfina. Etcétera.

Sin embargo, también se nos evidencia a un Göring que no heredó gratis el imperio desde 1933 hasta 1945. Que no dudó en arriesgar su propia vida por las ideas en que creía o sumergirse en la más mugrienta penuria por el mismo motivo. Un segundo del III Reich profundamente enamorado de una mujer: Carín. Con la que vivió una idílica y dulce relación qué, de no haber sido uno de los hombres más odiados de la historia, pugnaría en la literatura o el cine con las mismas posibilidades de éxito que un “Love Story” o “Memorias de Africa”. Un todo poderoso jefe de la mayor fuerza aérea del momento que perdió la confianza de Hitler al no compartir los belicosos planes respecto de Checoslovaquia y Polonia. El artífice de normas contra la vivisección animal o de caza, para la protección de las especies en peligro de extinción o reintroducción de las ya desaparecidas, en territorio alemán. Habilidoso diplomático y estadista odiado por sus rivales más cercanos (Ribbentrop). Etcétera.

En otras palabras, se nos muestra a un ser humano, con sus virtudes y defectos. Cierto que el asesinato de seres inocentes (en realidad, cualquiera de los defectos de este sujeto) no se justifica por ninguna de las virtudes citadas, pero, al menos, se pone en evidencia que Göring no era un ser de otro planeta o la representación del mal, visiones tan al gusto de los simples detractores de moda. Esta misma visión más realista se nos muestra con respecto a Hitler en las obras de Fest o la reciente película “El Hundimiento”.

Un magnífico libro sobre el desconocido Reichsmarschall que no dejará indiferente a nadie, de fácil lectura y con multitud de datos curiosos, interesantes e imprescindibles sobre la época, su persona y la de otros protagonistas de tan oscuro momento histórico.

Sin embargo, tendrán que pasar algunos años más para que este libro supere el temor de los historiadores modernos a ser tachados de filo-nazis por citar esta obra (u otras de Irving) y ser condenados al ostracismo por la comunidad.

(1) La Extrema Derecha en Europa desde 1945 hasta nuestros días. VV.AA. Tecnos. 2007.
(2) The Devils in the Details, Gordon A. Craig, New York Review of Books, 1996.