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HISTORIA DE LA NACION CARAÍBA

Mar Mar 06 2012, 21:37 por Egho

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HISTORIA DE LA NACION CARAÍBA

PROLOGO

En este trabajo encarado con la seriedad que amerita toda historia y conclusiones propias fundamentadas en el análisis de documentación histórica, …


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FALACIAS DE LA HISTORIA (I); YATASTO

Miér Jun 27 2012, 03:43 por Egho


Con este articulo prosigo en este nuevo foro la serie de falacias historicas inciadas en el viejo barco. 
Espero que dentro de los próximos cinco siglos algún inquieto investigador nos "descubra" …


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A 203 AÑOS DE LA REVOLUCION FRUSTADA

Jue Mayo 30 2013, 02:15 por Egho

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Los 25 de Mayo, los criollos –en realidad los habitantes de Buenos Aires -   festejan –yo no, pese a ser criollo-  ese dia como el de la ruptura definitiva con los débiles lazos que nos …


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CORRUPCION SE ESCRIBE CON K

Jue Mayo 30 2013, 01:58 por Egho

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El sábado pasado, muchísimos idiotas útiles, alguno engañados  y unos cuantos mafiosos festejaron los diez años de la “era” “K”  ; 25 DE MAYO DE 2003- 25 DE MAYO DE 2013.-

Un gran …


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FALACIAS DE LA HISTORIA (IV)

Miér Jun 27 2012, 06:22 por Egho

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FALACIA DE LA HISTORIA IV

CARNE DE CAÑON

¿Podremos Llegar a Viejos?                                                                 [SEPA/Diario El Peso] –(Edicion del 18/04/2011)


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CATALINA DE ERAUSO – su vida militar en America-

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30032011

Mensaje 

 CATALINA DE ERAUSO – su vida militar  en America-   Empty CATALINA DE ERAUSO – su vida militar en America-




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Una alférez travestida en el Tucuman del siglo XVII

 CATALINA DE ERAUSO – su vida militar  en America-   Vascatravestigm1

Catalina de Erauso, mujer y vasca, que se escapo de un convento en Gipuzkoa fue recorriendo toda la tierra vasca, hasta que embarcó en Pasajes para Sevilla y de allí para América. Se vistió de hombre y vivió en Tucumán en el siglo XVII.

Corría el siglo XVII y el Tucumán estaba siendo conquistado por los españoles. En Chile también se luchaba para dominar la tierra, de allí partió un alférez, huido por reyertas y una muerte, hacia la cordillera de los Andes para llegar a Tucumán, se unió a otros dos soldados que querían pasar las montañas, pero la falta de alimentos hizo que murieran los compañeros de viaje. A partir de aquí reproducimos las memorias del alférez:

"Ya se comprenderá mi aflicción, cansado, descalzo y lastimados los pies. Me arrimé a un árbol y lloré y pienso que fue la primera vez que lo hice; recé el rosario, encomendándome a la Santísima Virgen y al glorioso San José, su esposo. Descansé un poco, volvime a levantar y a caminar, y parece que salí del reino de Chile y entré en el de Tucumán, según el temple que reconocí.

"Fui caminando, y a la mañana siguiente, rendido en aquel suelo de cansancio y de hambre, vi venir dos hombres a caballo; no supe si afligirme o si alegrarme, ignorando si eran caribes o si gente de paz; sin poder con él, previne mi arcabuz. Llegaron y preguntáronme adónde iba por allí tan apartado. Conocí que eran cristianos y vi el cielo abierto. Díjeles que iba perdido y no sabía donde estaba y que me hallaba rendido, muerto de hambre y sin fuerzas para levantarme. Doliéronse de verme y apeándose diéronme de comer lo que llevaban, subiéronme a un caballo y me llevaron a una heredad tres leguas de allí, donde dijeron que estaba su ama y adonde llegamos como a las cinco de la tarde.

"Era la señora una mestiza, hija de español e india, viuda y buena mujer, que, viéndome y oyendo mi derrota y desamparo, se condolió y me recibió bien, y, compadecida, me hizo luego acostar en razonable cama, me dio bien de cenar y me dejó reposar y dormir, con lo que me restauré. A la mañana siguiente me dio bien de almorzar, y, viéndome totalmente falto, me dio un vestido razonable de paño, y fue así tratándome muy bien y regalándome mucho. Era bien acomodada y tenía muchas bestias y ganados, y como parece que aportan por allí pocos españoles, parece que me apeteció para su hija.

"Al cabo de ocho días que allí me tuvo, me dijo la buena mujer que me quedase allí para gobernar la casa. Yo mostré grande estimación de la merced que me hacía en mi descarrío y ofrecíme a servida cuanto yo bien alcanzase. A los pocos días más me dio a entender que tendría a bien que me casase con su hija, que allí consigo tenía; la cual era muy negra y fea como un diablo, muy contraria mi gusto, que fue siempre de buenas caras. Mostréle gran alegría de tanto bien sin merecerlo yo, y ofreciéndome a sus pies para que dispusiese muy galán y entregome francamente su casa y su hacienda. Pasados dos meses, nos vinimos al Tucumán, para allí efectuar el casamiento. Y allí estuve otros dos meses, dilatando el efecto con varios pretextos hasta que no pude mis, y tomando una mula, me partí, y no me han visto mis.

"Sucedióme en este tiempo en Tucumán, otro caso, y fue de esta manera; que en aquellos dos meses que estuve entreteniendo a la india me amisté casualmente con el secretario del obispo. el cual también se me inclinó y me acarició y regaló y convidó varias veces a comer; finalmente vino a declararse, diciéndome que tenía una sobrina en casa mocita de mi edad, de muy relevantes prendas y con buen dote, que le había parecido desposada conmigo, que también le había agradado.

"Yo me mostré muy rendido al favor y a la voluntad. Vide a la moza y parecióme bien y envióme un vestido de terciopelo bueno, doce camisas, seis pares de calzones de ruin, unos cuellos de Holanda, una docena de lenzuelos y doscientos pesos en una fuente, todo esto de regalo y galantería, no entendiéndose dote, Yo recibido con grande estimación y compuse la respuesta lo mejor que supe, remitiéndome a la ida a besarle la mano y ponerme a sus pies. Oculté lo que pude a la india, y en lo demás dile a entender que era para solemnizar el casamiento con su hija, de lo que aquel caballero había sabido y estimaba mucho, habiéndoseme inclinado. Y hasta aquí llegaba esto cuando monté a caballo me desaparecí. No he sabido cómo se hubieron después la negra y la provisora."


El alférez se fue para Potosí en un viaje que duró tres meses.

¿Qué misterio encerraba el alférez? ¿Por qué o eligió a la sobrina del secretario en vez de la negra y concreto su matrimonio?

Para responder a esto comenzaremos a relatar la historia de Catalina de Erauso hija del capitán Miguel y María Perez de Galarraga y Arce, quien fue destinada al convento de San Sebastián donde su tía era la priora.
Había nacido en 1585 o en 1592, la primera fecha la declara ella, la segunda aparece en un testimonio de su fe de bautismo.
Como quiera que sea ella a sus quince años no estaba conforme con la vida del claustro y una monja mayor que ella le pegó.
Detonante éste que determinó su huida de Gipuzkoa y fue recorriendo toda la Tierra vasca, hasta que embarcó en Pasajes para Sevilla y de allí para América.
Para no ser detectada mucló sus ropas de monja por las de hombre y con el cabello corto y su comportamiento disimuló hasta llegar a Panamá y luego a Perú.

Allí empezó una serie de aventuras encontrando siempre empleo con comerciantes vascos.
En una ocasión porque sabía vasco pudo huir de la justicia por un coterráneo que le indicó en lengua vasca que se acogiera en una iglesia para escapar de la cárcel.

De Perú sentó plaza en una compañía de soldados que fue a la defensa de Concepción de Chile de los ataques indios y por cinco años luchó con valor siendo herida en múltiples ocasiones. En Chile revistó en una compañía de un hermano suyo que no la reconoció y siempre vivía con nombres falsos para no caer presa.

Para colmo de males, en Chile participó como padrino en un duelo y acabó enfrentándose con el padrino de la otra parte. Acabó el duelo de padrinos con la muerte del contendor, pero estando moribundo le dijo el nombre y al instante supo que había matado a un hermano suyo. Arrepentida y urgida por la justicia marchó por la cordillera de los Andes al Tucumán.

Ahora cobra sentido lo que parecía inexplicable del relato del alférez, porque ese alférez era la monja Catalina de Erauso, que vivió desde los quince años vestida de hombre.

El resto de su vida

Estando en Alto Perú otras tantas aventuras vivió y por último en Perú acusada de varios delitos se confesó mujer para escapar de la muerte, mujer y monja, por lo que el obispo la enclaustró.
Previo a ello, unas matronas comprobaron para el obispo de que se trataba de una mujer y además virgen.

Fue remitida a España y hasta el rey la vio como una rareza; el suegro del célebre pintor Diego de Velázquez, que también era pintor la retrató.
Fue a Roma y se entrevistó con el Papa.
Escribió sus memorias en 1626 en Italia, luego regresó a España y de ahí emigró a Méxiico donde vivió el resto de sus días en Veracruz siendo arriero y vistiendo ropas de hombre. Murió en 1650 desempeñando su oficio de arriero.

No sabemos a ciencia cierta en que año estuvo en la Argentina Catalina de Erauso, pero se puede estimar que fue alrededor de 1615, porque salió de España en 1603 después de tres años de andanzas desde que dejó el convento en 1600. Pasó un tiempo en Panamá y en Perú y quizás unos ocho años en Chile por lo que tendría unos treinta años cuando vivió la aventura tucumana.

FUENTE; Jorge Beramendi
Buenos Aires, Argentina.
2008-04-01
PUBLICACION;Los Vascos Euskaldunak, - Fundación Vasco Argentina Juan de Garay, N° 30, 2005,
Buenos Aires, pp. 23-27.
Egho
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